Tras el éxito obtenido en el primer ¿Cómo se hace?, continúa esta nueva sección que espero poder actualizar, al menos, una vez al mes. Y por petición popular, ya que he recibido un aluvión de e-mails, el primer ¿Cómo se hace? de este año, va a ser el famosísimo Angel Food Cake.
Ahhhhh!!! Angel Food Cake, que delicia!!!….Desde que lo publiqué por primera vez en Octubre de 2009, no he dejado de hacerlo en casa. Es que nos encanta!!!. He probado varias variantes, como el de fresa, el de chocolate y el de naranja, pero sin duda, es el original, el que más nos gusta.
El Angel Food Cake es facilísimo de hacer, pero hay que tener cuidado, ya que es crucial el batido de las claras. Si las batimos poco, no conseguiremos que se incorpore suficiente aire en la preparación. Y si nos pasamos en el batido, las claras quedarás secas y se “desinflarán”. Así que, ojo, a la hora de batir. Prohibido en estos momentos enviar mensajes en la Blackberry y por supuesto, nada de ponerse a cambiar el perfil de Facebook. Ante todo: concentración!.
Como veis en la imagen superior, son tan solo son un par de ingredientes, 9 claras de huevo, 200 gr. azúcar superfina, 90 gr. harina, 1 c. cremor tártaro (*), sal y extractos de vainilla y almendra (o avellana en este caso). Para conseguir una textura fina y ligera deberemos tamizar tanto el azúcar (sí, habéis leído bien, el azúcar también debemos tamizarlo) como la harina. Y si lo podemos tamizar cuatro veces, pues mejor que tres.
Debemos asegurarnos que tanto el bol como las varillas con las que batimos las claras están perfectamente limpias, secas, y sin rastro alguno de grasa. Las claras que utilizo para hacer este cake son pasteurizadas, encuentro que son mucho más prácticas. El bote de la foto superior es de 9 claras y tiene un peso de 300 gr. Es decir, que cada clara pesa aproximadamente 33 gr.
Empezamos tamizando el cremor tártaro y la sal sobre las claras y comenzamos a batir. Aunque suene una frivolidad, aquí, lo suyo, sería tener un bol de cobre, que son perfectos para batir claras, ya que se produce una reacción química que hace que las claras monten perfecta y firmemente. De hecho, hay a la venta unos maravillosos vasos de cobre para la KitchenAid, pero son productos de lujo, y tal y como está el robo de cobre en las calles, pues a lo mejor pondríamos nuestras KitchenAid en peligro. Aunque no está mal soñar con un precioso vaso de cobre. Además soñar es gratis. En fin, seguimos…Por cierto, si hay algún afortunado propietario de uno de estos vasos de cobre, sabrá que no es necesario añadir el cremor tártaro, ya que el cobre hace el mismo efecto.
En este punto pararemos la máquina y comprobaremos con las varillas que se formen picos blandos , es decir que las claras estén ligeramente blandas y se caigan hacia un lado.
Seguiremos batiendo a velocidad media y le iremos echando el azúcar a cucharadas a una velocidad de aproximadamente 2 cucharadas cada 15 segundos, hasta que la hayamos echado toda.
Terminaremos mezclando la harina a mano, con una espátula de silicona, suave pero firmemente, con movimientos envolventes. Es decir, pasar la espátula por el centro de la masa, y girar como si fuéramos a hacer la letra “j”, rotando el vaso mientras lo hacemos, hasta que la harina esté justo integrada. Antonio, mi ayudante, ha aprendido hoy lo que son los movimientos envolventes ……. y es que encima, se cree que ha sido él, el que ha hecho el Angel Food Cake.
Echaremos la mezcla sobre un molde especial de Angel Food Cake, es decir un molde de aluminio, de tubo, desmoldable y con patitas. El molde, bajo ningún concepto, deberá estar engrasado. Si queremos, podemos cortar a medida de la base, un papel de hornear para que al darle la vuelta y desmoldar quede un poco más perfecto, pero yo no lo hago.
Tan pronto salga del horno, le daremos la vuelta al molde. Los Angel Food Cakes necesitan enfriarse boca abajo ya que las proteínas del huevo se endurecen al enfríar. Si lo dejamos enfríar en la posición normal, de romperían desinflando el cake. Deberemos enfriarlo durante aproximadamente 1 hora, o hasta que el molde se pueda tocar.
Lo dejaremos terminar de enfriar boca abajo. Aunque a simple vista tiene una apariencia muy frágil, pero cuando enfría, no lo es tanto. Para cortarlo debemos hacerlo con un cuchillo de sierra, sin aplastarlo ni apretarlo.
Lo serviremos espolvoreado de azúcar glass, y acompañado de un poco de helado de vainilla con un chorrito de sirope de chocolate, por ejemplo. O de unas fresitas, o frambuesas, si las tenemos a mano, y efectivamente estaremos degustando, comida de ángeles.
Al no estar engrasado el molde, y tener que “despegarlo” con la espátula, quizás el desmoldado no es perfecto, pero como en muchas otras cosas, la belleza, está en el interior.
(*) El cremor tártaro se utiliza para estabilizar las claras, pero también para rebajar el PH de la mezcla, por tanto tendremos una miga mucho más blanca.
En cuanto si es o no necesario el tener un molde de Angel Food Cake, mi respuesta es rotunda: Sí, es necesario. Es por eso que existen moldes especiales para este tipo de cakes. Muchos me habéis preguntado que si se puede hacer en otro tipo de molde, y mi respuesta siempre es la misma: hacerse, se puede hacer, pero los resultados no serán los mismos.
A la pregunta ¿merece la pena gastarse el dinero en un molde solo para estos cakes?, aquí me temo que cada uno deberá valorar si lo va a utilizar o no. Yo desde luego lo considero una inversión, como los moldes de NordicWare, y sin duda es el molde que más utilizo, así que siento no poder ayudar ya que mi respuesta y mi opinión es bastante parcial.
Aquí tenéis la receta para este Angel Food Cake: Las cantidades que aparecen para hacer la receta son para un molde de 25 cm. y entre paréntesis para el de 18 cm. que es el que utilizo en las fotos.